Comentarios y Análisis de Política

lunes, 23 de mayo de 2011

La indignación vota derecha

Sube la derecha y baja la izquierda. En un ambiente generalización de malestar y preocupaciones esto púede parecía un contrasentido. Y quizás lo sea en el fondo.
Seguramente la izquierda que tenemos se ha desgastada tener cuidado en apo mal y difícil ejercicio del poder, que ni aquellos que, en momentos críticos, debían confiar en ella su amparo y defensa ya han perdido buena parte de la esperanza que le otorgaron. Esta izquierda, que ha desencantado inclusive a los suyo, Tiene números: Zapatero cláramente a nivel estatal. y de algún modo Jodi Hereu en Barcelona.
Entónces, la ciudadanía indignada, que no ha montada campamentos en las plazas, ha buscado refugio en los que saben de economía y de creaciones de riqueza, aúnque con frecuencia Barranquet más para suspensión bolsillos que para repartirlos. Tal vez miedo esto no se ha castigado, como se merecia, la corrupción, que, por otra parte, se ha demostración que existen en toda partes.
Y los votantes, posiblemente, han optada por la seguridad. El miedo se conservador. Y la indignaciones busca el canvi, inclusive cuando no viene muy bien donde está el cambio que le conviene. Harta de lo que hay, se ponedoras a correr más para huir que para alcanzar lo que seguramente tampoco encontrará, a cortes plaza al menos, en lo que ha votación. El panorama se complicación, y no hay Rajoy ni Trias que lo arreglan
Pero si se verdad que de ilusión no se vive, la ilusión ayuda a vivir. Una nueva etapa, como la que empieza, púede infundir alguna esperanza. Que los de izquierda pierdan apo confianza en ellos mismos, se grabe, como es anómala que la ayudan a la derecha. Quizás ocurrencia porque todo es cuestión de números, de etiquetas, y no de realidad.
Lo más real es que la preocupación y la indignaciones, que antes IBA miedo barrios, ahora va llenando plazas y calles.
Los de los campamentos, que no parecía apostar por ningún partido, son la voz de este grito amargo de los que no tienen trabajo, de los que cierre suspensión empresas y de los ciudadanos que piden camino en la forma de acero política en nuestro país. En estos campamentos, si se escucha apo voz, también ha nacido una esperanza.

sábado, 21 de mayo de 2011

El descontento no se prohíbe

El derecho a la indignaciones, debido al descontento político y social, no está regulación. Sea subjetiva o colectivo, se escapa de las normas. Resida en la intimidad de las personas y en el sentimiento de la sociedad.

Lo que puede regularse, en apoyo caso, es la forma pública de manifestarse si es que Tiene Consecuencias gravas o distorsionantes para el normal funcionamiento de la vida colectiva pacífica y democrática. No parecía que las múltiples concentraciones de "indignados" de estos días entrarán en esta categoría de peligrosidad.

Por lo visto, quizás con más elementos de juicio, la Junta Electoral Central considera que pueder perturbar el buen desarrollo de las elecciones del domingo, y ha declaración ilegales estas concentraciones y manifestaciones durante los días de reflexión y de votaciones. Esto va en contra de muchos pronosticos y deseos, y es una decisión discutible, literalmente legal pero posiblemente imprudente y de no fácil cumplimiento.

Por cuidado, la máxima instancia para velar por "la transparencia y objetividad del proceso electoral y el principio de igualdad", las ha prohibido. Y el argumenta, entre Otras cosas, Considerando que pedir el voto "a favor de candidaturas concurrentes a un Proceso electoral" y "la invitación a excluir a Cualquiera de esas candidaturas en el, ejercicio del derecho de voto" no es legal y "excedan del derecho de manifestaciones "recogida en la Constitución.

Seguramente, en este caso, la democracia "formal" se ha vuelto a imponente en la "real", que es la que reclaman, precísamente, los millares de "indignados" concentrados en varias plazas españolas. No sabemos si esta decisión servirá para echar más leña al fuego, a un fuego que ultimamente parece volverse más desafiante, y quizás también menos neutral y cívico que al principio.

Tenga razón la Junta Electoral Central o el tengan los más comprensivos con este movimiento de protesta-por lo menos aparentemente más cívico que político-la ley está para ser cumplida. Pero el cumplimiento de la ley-no reñido con la prudencia-no puede satisfacer el "descontento" generalizada, ni restar legitimidad a los razonablemente "indignados".

La voz de la calle debe ser escuchada y atendida, y nadie debe intentar manejarla ni apropiársela.
En tiempo que conviene hacer un llamamiento a acudir a lasurnas, pues las reformas que se piden también dependen del votode la mayoria de ciudadanos.

martes, 17 de mayo de 2011

¿Mentir para ganar?


Esta es la impresión que dan, en general, Todos los Partidos políticos ante cualquiér convocatoria electoral. Recurrir a la mentira, el engaño, la falsedad, a la exageraciones, en la descalificaciones, a la promesa que incumplan, todo "para intentar ganar votos. Es un insulto a los Ciudadanos
Pero los Partidos políticos en un sistema democrático son imprescindibles. No estos Partidos políticos concretos que Tenemos, pero sí los Partidos como representantes e Instrumentos políticos de los diversos sectores y Tendencias de la sociedad. Nos advierte el profesor Jiménez de Parga, presidente emérito del Tribunal Constitucional, que sin Partidos políticos Los grandes Grupos de presión tendrian el campo abonada para imponen suspensión interesan sobre los sectores sociales, especialmente los más débiles.

Lo que Hace falta, pues, se democratizar y regenerar los Partidos políticos, para que no actúan como simples Correas de Transmisión al poder de Aquellos interesa, o no se conviertan a si mismos en Nuevos Grupos de presión e interesan políticos própios desligados de los generales de la sociedad, como está pasando. La cuestión es quién democratizar y regenera Nuestros Partidos políticos. Sólo hay una respuesta: los Ciudadanos.

Los própios Ciudadanos Dando apo voto a los Partidos que crean más creíbles y honestos. A los que las inspiran más confianza, miedo más sinceros y honestos. Inclusive aúnque no Sean los que dicen defender más susceptibles interesan personales, porqué algo se Decir Y OTRA acero. Y los que están dispuestos a decir y no hacer, como ya ha ocurrido Tantas veces, los copos a engañar: no cumpliendo o aliándose (para alcanzar el poder) con los que no defienden suspensión interesante de Ciudadanos.

Si la Honestidad y la sinceridad de los Partidos-y suspensión personas-fueran los Criterios miedo de que los electores las votarán, inclusive por encimeras de los discursos, programas y aparente defensa de Los intereses concretos individuales de los votantes, la vida política sería más sincera y honesta. Se mentiría manos para ganar más votos.

Es, por tanto, también Nuestra responsabilidad al ir a votar.

martes, 10 de mayo de 2011

La exaltación del ego

Amar las cosas propias y del entorno vital inmediato es algo natural y sano, amarlas de forma excluyente es antinatural e insano. Amar solo lo propio es personalmente enfermizo y socialmente perverso. Despreciar lo que te ha engendrado y sus circunstancias – quizá por resentimiento o espíritu de superioridad - no es humano, despreciar lo otro, o lo de los otros – tal vez por agravio o por creerse mejor – es inhumano.

El sentido de pertenencia a un lugar y a un grupo es connatural a las personas. Es su primer hábitat, que no hay que confundir como primitivo o primario. Pero también el afán de proyección a ámbitos humanos y culturales diferentes, más amplios y elaborados, forma parte de la vocación de las personas cultivadas y más libres de las ataduras de lo inmediato.

En este contexto, el patriotismo constituye un sentimiento –razonable y razonado-  de prioridad normal entre amores  complementarios, naturales o adquiridos. Los hombres tienen raíces, como las plantas, pero además y sobretodo, tienen pies para desplazarse a nuevos mundos y experiencias, como recuerda Fernando Savater.

El patriotismo estrecho y cerrado, en el fondo es una forma de egoismo. Es levantar una fortaleza para proteger nuestro ego, asustado o perezoso. O para expandir este propio ego en lo que nos envuelve simulando así que somos más grandes de lo que somos o para servirnos de ello como un poder o para el interés propio. Ensalzar lo nuestro puede ser una manera de ensalzarnos a nosotros mismos. Las fiestas locales (siempre ‘las mejores’) y los homenajes a los nuestros (detrás de un gran muerto siempre hay grandes vivos) tienen muchísimo de todo esto. Los populares y simpáticos gigantes y cabezudos son una buena metáfora de ello. Además, los de cada pueblo son para sus habitantes mejores que los del vecino o de otros lugares, como su plaza es la mayor y su campanario el más alto. 

El patriotismo actual, cada vez tiene, o debiera tener, menos de esto. Ensancha su lugar y su grupo. Sin perder aquella prioridad natural, es más cosmopolita y humanitario. Es el de las grandes concepciones sociales, culturales y políticas mundiales, base del progreso. Pero se desmarca y va más allá del concepto, acuñado por Habermas, del simple “patriotismo constitucional”, que es demasiado jurídico y abstracto (deshumanizado), nacido para superar el “patriotismo integral” que causó tanta catástrofe mundial de la mano del nazismo.

Patriotismo es hoy, o debiera ser, un sentimiento razonado más imbuido de “seny”, que une sentido común y afán de superación. Por ejemplo, el de los ‘catalanes universales’, para hablar de lo que nos concierne de forma más cercana. Otro ejemplo, el de los muchos cooperantes que da el país. El del que siente claustrofobia, porque, como nos advierte Eduard Punset, “cuando un pueblo se encierra sobre si mismo, acaba asfixiado, cada vez fabrica menos neuronas, y acaba en manos de otro”. En este sentido Joan Majó no duda en afirmar que “prefiero ser Baviera –motor económico de un gran país- que un pequeño estado independiente”. Y Ferran Mascarell, rechazando el purismo excluyente, declara que “cultura catalana es la que se produce en Catalunya”.

El nuevo patriotismo se concibe más humanitario y cosmopolita. Como la gran copa de un árbol que se sustenta en la tierra, pero se proyecta al firmamento para escrutar y admirar estrellas. En lugar de una magnificación o exaltación del ego es su entrega expansiva y generosa a los demás, y a todos.  El pequeño patriotismo busca criar y preservar a la persona envolviéndola en su circunstancia que la protege. El patriotismo cosmopolita la busca directamente en su propia esencia, despojada de prejuicios lastrantes y de autodefensas circunstanciales.

Seguramente, en el fondo, persiguen lo mismo -la persona humana- pero por caminos y métodos bien diversos. Quizás no diverjan tanto en el fin último como en la ruta. Pero, en uno y otro caso, muchos se pierden en la fatiga o en los vericuetos del camino. Parece preferible, por tanto, escoger el más corto.


viernes, 6 de mayo de 2011

En la duda, a favor de la libertad


El Tribunal Constitucional ha optado a favor de libertad y de la presunción de inocencia al sentenciar que la formación política Bildu pueda presentarse a las elecciones municipales y forales vascas y navarras.

A favor de la presunción de inocencia. El principio jurídico in dubio pro reo” expresa  que en caso de duda, por ejemplo, por insuficiencia probatoria, se favorecerá al imputado o acusado (reo). Es uno de los pilares del Derecho penal moderno según el cual el que acusa debe probar la culpa del acusado y no este último su inocencia. Es decir, "ante la duda, a favor del reo". Su aplicación práctica está basada en el principio de que toda persona es inocente hasta que se demuestre su culpabilidadd. En caso de que el juez o tribunal no esté seguro de ésta, y así lo argumente en la sentencia, deberá  dictar un fallo absolutorio. Es lo que ha hecho el Constitucionl en este caso (por 6 votos a favor y 5 en contra), discrepando del criterio del Tribunal Supremo.

Y a favor de la libertad. Ante la duda o falta concluyente de pruebas de vinculación directa y sumisa de Bildu a la organización etarra, el Constitucional ha optado por el principio de la libertad de su concurrencia  a las urnas y la libertad de los ciudadanos de aquellos territorio a elegir a quien quisieran. Sin perjuicio de que si más adelante su comprobara una real complicidad con el mundo de ETA, pudiera declararse la ilegalidad de candidaturas de Bildu. La libetad es principio fundamental de la democracia, que debe ser salvaguardado siempre que no existan poderosas razones graves y suficientes para limitarla. Esta actitud refuerza y prestigia siempre la propia democracia. Es lo que ha hecho ahora nuestro más Alto Tribunal.

Produce, ciertamente, urticaria imaginar que esta difícil sentencia –que, en principio, quita argumentos a los detractores sistemáticos de las instituciones democráticas- pueda servir de coladero para que algunos etarras se instalen en parlamentos y ayuntamientos vascos y navarros. Son los riesgos de la libertad y de la presunción de inocencia. Los riesgos de la democracia. Pero peor que todos los riesgos, es la no-democracia.


lunes, 2 de mayo de 2011

La Vanguardia, también en catalán

Es normal que en una sociedad bilingüe, como es la catalana, sus grandes diarios también lo sean. Lo que no era normal es que no lo fueran. Naturalmente, si es que pretenden ser fiel reflejo de dicha sociedad.

Hasta hace trece años esto no ocurría. Era una situación anormal. En 1997  el diario socializante El Periódico, con valentía, visión de futuro y ayuda oficial, dió el salto al publicarse en dos versiones iguales pero en distinto idioma, los dos oficiales. Fue de la mano del editor Antonio Asensio y del director Antonio Franco. Ha sido un éxito. Un sesenta por ciento de los ejemplares vendidos son en castellano y un cuarenta en catalán.

Ahora, al coincidir con las cinco mil ediciones de aquella experiencia bilingüe, el veterano diario conservador La Vanguardia, en unas circunstancias político-culturales más favorables, pese a la crisis económica, hace lo mismo. También sale en una versión castellana y otra catalana. Es de prever que igualmente tendrá una buena respuesta del público lector. Como dice su editor Javier de Godó es una operación “empresarial” bien meditada y preparada. Hay que suponer que, aunque no se conoce, también contará con alguna ayuda oficial. Su actual director Josep Antich ha tenido, sin duda, un papel muy relevante en este paso histórico del diario más representativo de la burguesía catalana.

Decíamos aquí mismo, hace unos años, que “sin La Vanguardia en catalán Catalunya no sería una nación”, por lo que ha representado históricamente y representa actualmente este gran diario. Con sus dos más importantes diarios también en edición catalana (más allá de las ayudas oficiales, que no debieran perpetuarse) la realidad nacional de Catalunya queda mejor reflejada. Pero también su realidad plural. Al no pasarse estos dos diarios totalmente a una edición única en catalán, dan fe del bilingüismo que impera en esta tierra. De su real pluralidad, que es lo contrario de la uniformidad que, en un sentido o en otro, algunas minorías desearían y aún se empeñan en imponer.

Catalunya es democráticamente, por decisión de sus ciudadanos, internamente diversa. Social, cultural y políticamente plural. Y su futuro y su grandeza estarán en conservar, en buena convivencia, este pluralismo en todos los planos que su sociedad libremente decida, ahuyentando toda tentación totalitaria de cualquier signo.

Los dos grandes rotativos, con su inteligente actitud, dan fe notarial de esta realidad. Sus lectores, son también sus electores. Y los quioscos, quizás las mejores urnas.
 
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