Comentarios y Análisis de Política

miércoles, 8 de febrero de 2012

El ciudadano no tiene la culpa


             
 Se está machacando a la gente para hacerla sentir culpable. Así será más fácil imponerle sacrificios, duros y largos. Si se la llega a convencer de que es culpable, quizás no solo llegue a pasar estrechases resignada, sino incluso contenta, para el bien de la colectividad. Con su sentido de la culpabilidad interiorizado, fácilmente se auto inculpará. Incluso puede que llegue a pedir perdón en alguna procesión de Semana Santa. “¡Asumo, Señor, esta cruz, por mis pecados!”  .

Pero el ciudadano no tiene la culpa, señores políticos, banqueros y estafadores. Los grandes responsables de la gran crisis son ustedes. Los que han dirigido el gran cotarro del país, los que han manejado los dineros grandes y los que se han embolsillado con grandes obras públicas despilfarradoras o con comisiones putrefactas, no son los ciudadanos normales y corrientes.

Ustedes han llevado la batuta del enorme desconcierto, han urdido los tejemanejes económicos y financieros, o han llenado a rebosar los paraísos fiscales, de allá y de acá. No intenten derivar responsabilidades. Los primeros que deben purgar sus errores o sus culpas, son ustedes. No insistan en ‘cargar el muerto’ a la ciudadanía. No intenten que la gente se vuelva rematadamente masoquista, cosa que casi ya están consiguiendo, a la vista de la enorme resignación y la gran disposición a ofrecerse en el altar del sacrificio a estos falsos dioses.

Claro que el inmenso ‘lío’, que dice aquél, ya está armado. y bien armado. Y hay que salir de el. Pero, ¡oigan!, que los ciudadanos, imitándoles un poquito a ustedes, se compraran un coche mejor, se hipotecaran más de lo debido, fueran más a los restaurantes, viajaran alguna vez a las islas más exóticas o compraran joyas para lucir el escote de la parienta o la querida, o cobraran en negro o se ‘olvidaran’ de declarar algo en la Renta o el Patrimonio, no siempre es pecado mortal. Lo suyo, sí, señores políticos tal vez incompetentes o corruptos, banqueros que hayan colocado ‘gato por liebre’ o chupado la sangre a los clientes, estafadores de cuello blanco o menos blanco asesorados, seguramente, por  profesionales de las artimañas sucias. Ustedes sí, están en pacado mortal.

Hay que salir, naturalmente, de la crisis profunda que nos asfixia, seguramente con el sacrificio de todos, pero no todos con el mismo sacrificio. Pónganse -los grandes responsables- de rodillas ante el confesionario de las grandes culpas, y después súbanse, los primeros, a los altares de los sacrificios cruentos para redimir a la humanidad.