Comentarios y Análisis de Política

domingo, 21 de diciembre de 2014

Joc brut de Mas i Junqueras


     El seu comú objectiu independentista és legítim, però el seu joc polític al voltant d'aquest objectiu és bastant brut, en el sentit de partidista i trampós.

     Invoquen a cada moment l'interès "del país" i després es descobreix que l'interès és el seu o del seu partit. Tots dos volen manar, però com dir-ho així no queda bé, ho vesteixen de retòrica i estratègia.

     No juguen net de cara als ciutadans catalans, ni entre ells mateixos.

     Cap d'ells, ni els dos junts, estan legitimats per a parlar en nom del país, de tot el país. Ni en base a les eleccions passades ni recolzant-se en les enquestes. Ni les urnes, fins ara, han donat una gran majoria al independentisme, i menys encara les enquestes més solvents.

   Tot és desig i mobilització entusiasta de molts, moltíssims, però no arriben ni a la meitat de la població. Això no autoritza a parlar en nom de tot el país. Fer-ho no és lleial amb el propi país, del qual orgullosament se senten redemptors.

   Deixem a part la deslleialtat amb l'Estat de dret vigent, que ja és deixar !. Es presenten com a líders d'un desig ciutadà general, quan el més que es  pot dir és que està molt generalitzat. Però la ciutadania és més àmplia i aquesta no s'ha expressat. No es pot, doncs, usurpar la seva representativitat. Quan ho faci –s’expressi de forma lliure, clara i molt majoritàriament- estarem en un altre escenari.

    Mentrestant, en nom d'aquest fort i ampli desig-ficció, juguen a liderar a tota la ciutadania. Fins i tot a repartir-se un futurible poder. I, a més de confondre i enganyar el país -que tant estimen! - es fan trampes i la traveta entre ells.

     Artur Mas vol anar cap a la independència a través d'un estrany i complicat procés electoral amb una "llista única" dels partits sobiranistes -congelant la seva identitat-, que dissimularia el seu fracàs de govern i el mantindria en el poder, que és el que importa, segons sembla.

     Junqueras vol que cada partit presenti la seva pròpia llista, la qual cosa és més integradora de la diversitat social catalana, reivindicant cadascuna la independència en el seu programa. Sap que això li donaria avantatge per arribar al poder, doncs el seu partit, ERC, podria quedar primer, ja que en la campanya electoral, a més de posar l'accent en el tema social, en contra de les retallades de Mas, es demarcaria del fracàs governamental de CiU i dels seus escandalosos casos de corrupció.

     Estem, per tant, davant d'una confrontació partidista i personal. Encara que ho pretenguin dissimular en un genèric "interès de país". Una política de baixos vols, estratègica, deslleial amb la ciutadania i entre ells. No és d'estranyar, per tant, que sondejos recents apuntin un desinflament del fervor separatista en alguns àmbits més tebis.

    I és que aquest procés de joc poc net i de deslleialtats múltiples no és el millor camí per arribar a fer realitat el legítim desig, més o menys generalitzat, de la independència de Catalunya.

domingo, 7 de diciembre de 2014

La denuncia de Josep Cun


       En una sola frase  Josep Cuní ha descrito, definido y ridiculizado la actual política catalana. “La nueva política catalana –escribe- tiene mucho de representación y poco de realidad” (LaVanguardia). Esto, dicho por un gran profesional del periodismo que, desde muchos años, vive inmerso en las cuestiones de la actualidad política y en diálogo constante con  sus protagonistas, tiene una importancia testimonial de primer orden.
   Probablemente, el acierto de esta frase se deba a que su autor, también forma parte de esta escenificación que denuncia. Profesionalmente, se mueve en la misma escena de la representación y contribuye a que se desarrolle y a que el publico la contemple en directo. Esta complicidad, manteniendo las debidas distancias, da mayor credibilidad a su afirmación. Y es grave esta constatación de que estamos en una política de teatro.
   Hay una realidad social y una escenificación. Aquella es la que vive la ciudadanía, la que la gente palpa, siente y desea. La segunda, la que claman y gesticulan en el escenario político unos actores que juegan su juego, pactan o disputan entre ellos, se imaginan o inventan, según sus intereses partidistas o personales, y en lugar de afanarse en reflejar la realidad en su conjunto, la parcelan y  manipulan.
   Y una vez parcelada y manipulada, escriben un guión o varios, para presentar la virtualidad de su imaginario como si fueran los intereses reales y prioritarios de los ciudadanos. Y en este esfuerzo gastan las energías que debieran emplear en resolver los problemas de la sociedad. Y, a veces, para mayor escarnio, a sus guiones prefabricados les llaman programas de los intereses de país.
   Consumada, así,  la obscenidad de confundir “el pais” con su imaginario partidista, se lanzan a la captura de los despistados y discrepantes, intentando imponer al todo lo que solamente representa a una parte. Con este gesto totalizador pretenden secuestrar la diversidad y pluralidad de la sociedad catalana.
   Desde el escenario del poder o de la representatividad nominal que las urnas dieran a unos partidos escasamente democráticos, escenifican una representación teatral que los medios públicos, los subvencionados y los interesados se encargan de acreditar, mangificar y popularizar. Entonces, la calle indignada y cabrada  por tantos problemas, debidamente dirigida y adoctrinada, se moviliza bajo el estandarte de cuatro tópicos bien aderezados.
   Y el círculo se cierra apelando al mandato de la calle, lo que antes se proclamó generosamente desde los púlpitos sacralizados. “Mucho de representación y poco de realidad”, como Josep  Cuní ha descrito, definido y ridiculizado la actual política catalana. Demasiada farsa.


miércoles, 3 de diciembre de 2014

El discurso que no saben hacer ni PP ni PSO


     El atractivo discurso que ayer hizo Oriol Junqueras, líder de Esquerra Republicana de Catalunya, a favor de la independencia de Catalunya, no lo saben hacer ni el PP ni el PSOE a favor de la unidad de Espanya. Como tampoco Artur Mas en defensa, también, de la secesión catalana.
   Sin un papel, sin atril, a cuerpo, Juqueras desarrolló, durante una hora, una argumentación mucho más viva y atrayente que la pormenorizada conferencia del president Mas hace una semana. El objetivo era el mismo: una Catalunya independiente. Los caminos y las estrategias diferentes, casi contrapuestas.
   Una simple frase del republicano lo resume bien: "Hay una unidad que es la de todos, que nos parece más valiosa que la unidad de unos cuantos". Artur Mas, busca la unidad de unos cuantos, los convencidos, para imponerla a todos. Oriol Junqueras hace pedagogía y propaganda para que todos se sientan interesados en esta unidad.  Para ambos, la unidad -más fictícia o real- ha de servir para llegar a un Estado catalán independiente.
   Los dos discursos parten de la desafección de Catalunya respecto de Espanya, del conocido victimismo, y prometen el paraiso de un país libre y nuevo. Más que números, se exhiben sobretodo incomprensiones, resentimientos y sentimientos. Todo trufado de romanticismo y populismo. Y con el anzuelo de una visión simplificada de unas cuantas cifras para abrir el apetito y la esperanza.
   Junqueras, sabe elevar las anécdotas reales a catagorías creibles. Lo cual llega más fácilmente al gran público que la oratoria, impecable y alambicada, de Mas. Este, tiene las limitaciones de ostentar el poder, Junqueras la libertad total de estar en la oposición.
    Es la ventaja, no se olvide, de estar en una  democracia y un Estado de derecho, que amparan esta gran libertad de expresión y de manifestación, además del pluralismo –reflejo de la diversidad social-  que hay que preservar y no restringir, como parecen pretender ciertas propuesta de listas electorales únicas. La unificación de partidos, que supuso su eliminación, ya la hemos vivido en tiempos felizmante superados.
   La propuesta de Oriol Junqueras quiere ser más incluyente de los distintos intereses, sensibilidades i sectores sociales. “La unidad de todos”, pide, en contraposición a la de Artur Mas,“la unidad de unos quantos”. El president Mas da la impresión de querer ganar tiempo y así poder agotar su legislatura, y está en su derecho.
    El republicano Junqueras, tiene prisa y es más contundente: la proclamación unilateral de la independencia lo antes posible. Si es posible mañana, pues mañana mismo. No perder ya más tiempo porque va en contra del bienestar y la felicidad de todos los catalanes, que, libres de la mordaza y el expólio del Estado, sabrán contruir un país con mayor bienestar, más justo y sin corrupción...
    Por esto, todos deben sentirse llamados a construir y a disfrutar de este país de ensueño. Ricos y pobres, autóctonos y venidos de fuera, independentistas convencidos, los que dudan y los que no lo son. Una vez proclamada la independencia unilateralmete –con un golpe de mano plebiscitario-,. ya todos se subirán al carro por la cuenta que les tiene. Nadie querrà quedarse al margen de esta Arcadia feliz. És la gran ventaja de ser independientes. El objetivo de todos -los que no sean miopes- es proclamarla ya. Después, solo después, se podrá negociar “de igual a igual” con el Estado.
    Prentender negociar siendo sólo una parte de un todo, a la que ni se hace caso, es perder el tiempo, es de poco menos que tontos. La unidad estatal –viene a decir- solo perjudica a los catalanes; y nadie les ha convenido de lo contrario, ni el PP ni el PSOE. El discurso, hábil, directo  y táctico, de Junqueras es el que, en defensa de la unidad, no han sabido -ni saben- hacer ni el PP ni el PSOE, con su visión centralista y excluyente.
   No hay, pues, que perder más tiempo, pide Junqueras, que clama por una República Independiente de Catalunya:“!O ahora o nunca!”
  

miércoles, 15 de octubre de 2014

Artur Mas, salvar la cara


Con su última pirueta política -de otra “consulta”, que tampoco lo es y se le parece aún menos-,  el presidente Artur Mas intenta salvar la cara ante muchísima gente a la que vendió la moto antes de que fuera suya, y ahora le pide cuentas. Va a recibir golpes de todos lados, porque de algún modo todos se sienten estafados,

A diferencia, en su día, de Adolfo Suárez, Mas prometió lo que no podía prometer. Sencillamente, porque no estaba en su mano convocar un referéndum para la independencia de Catalunya. Aunque, estratégicamente, el referéndum pasara a llamarse consulta y la consulta se revista ahora de simulacro de consulta siendo, en realidad, una burda movilización partidista desde el Govern.

Y, recordémoslo, lo prometió “sí o sí”. Pero como le ha salido mal -cosa que casi todo el mundo sabía- ahora quiere salvar la cara, porque un político que la pierde tan escandalosamente en una jugada de esta envergadura, por coherencia y dignidad, está obligado a dimitir.

Pero esto es lo que no quiere. Le costó mucho llegar a presidente para dejarlo sin apurar antes todas las estrategias y maniobras engañosas. Ya convocó elecciones anticipadse, tras subirse súbitamente al carro del independentismo y ponerse delante de la gran movilización popular del año 2012, convencido de que, en las urnas, las multitudes le ungirían como el Mesías esperado. No fue así y se dio el gran batacazo. Pero su falta de humildad no le permitió aprender la lección

No se trata de repetir aquella “proeza” electoral, sino de aguantar con juegos de manos para entretener al gran público. La ahora anunciada otra consulta, que es puro activismo político gubernamental, pues no tiene nada de consulta  -ya que carece de las prometidas “garantías democrática”- pero se le parece en el nombre, constituye una estrategia para ganar tiempo y ver si al final algo o alguien le salva. Como alguno de sus socios, hasta hace poco, le ha echado en cara, los nuevos planes de Mas no son para salvar el país, ni siquiera el soberanismo, sino para salvarse a él mismo aparentando que cumple su palabra. Para seguir hasta el final de su legislatura, intentando con el tiempo recuperar algo de credibilidad.

Planteamiento que puede ser bien visto para quienes temen, como al diablo, a un Oriol Junqueras de futuro presidente de la Generalitat, según apuntan las encuestas. El pétreo líder de ERC no está por muchos rodeos y esperas, sino por una rápida y unilateral declaración de independencia. Por los hechos consumados y a ver qué pasa; todo muy democráticamente.

Este posible escenario de un Junqueras-president inquieta a mucha gente en Catalunya que, pese a todo, ve en Artur Mas, un freno al aventurismo radical o alocado cuyas nefastas consecuencias nos enseña nuestra historia. Y por esto aún apoyan a Mas, pese en sus derivas que tampoco ven demasiado claras,

El resultado de unas posibles elecciones avanzadas, que serían muy lógicas en las actuales circunstancias de bloqueo y fracaso, es imprevisible, pero las encuestas son muy elocuentes. Cosa que seguramente también se contempla con inquietud en los cálculos que hace el Gobierno del Estado.

Apoyar al presidente Mas en algún otro momento se ha contemplado como una posibilidad en la Moncloa, para barrar el paso a unas formaciones más radicales. Sin embargo, por lo que parece, no han sabido, o querido, encontrar la fórmula idónea para ello.

Está bien hablar de disposición al diálogo y a la negociación, como repite Rajoy, pero si no se traduce en hechos, queda en palabras, quizás en hipocresía. Por otro lado, tampoco es seguro, a estas alturas de la película, que Mas pudiera, o quisiera, dejarse ayudar desde la capital del Imperio -“impasible al ademán y al desaliento”- tan mal visto desde Catalunya. Artur Mas ya no podrá ser  el héroe, que soñaba, pero tampoco le entusiasma la humillación de tener que dimitir.




miércoles, 8 de octubre de 2014

Consulta ‘una mica” democràtica


 Ho diu una de les personalitats que havien d'avalar la nitidesa de la tant anunciada Consulta del 9-N, designada pel Parlament i nomenada per un estrany decret del president Artur Mas.

La sorprenent noticia és que Quim Brugué, catedràtic de Ciència Política de la Universitat Autònoma de Barcelona, proposat per ICV-EUiA, ha renunciat al seu càrrec de membre de la Comissió de Control de la Consulta. No sabem si això provocarà un efecte dominó en els altres sis membres de dita comissió, cosa que no seria estranya vistes les convincents raons que dona el dimissionari.

Explica el catedràtic senyor Brugué que dimiteix, perquè “no puc avalar una consulta que, al meu parer, no ofereix garanties democràtiques”. Cosa que en les circumstancies actuals sembla força evident, i que no sorprendrà massa als ciutadans que han seguit els últims acontentaments. Sigui per culpa del mateix plantejament de l'anomenat “procés” o per les motivacions i obstacles al.legats per l’Estat, la prevista Consulta no podria oferir la credibilitat necessària per tenir efectes seriosos a cap instància.

Quan s’assegura que aquesta consulta es vol fer perquè ve atorgada al poble per un invocat “principi democràtic”, per la “radicalitat democràtica” que es persegueix,  i que es farà amb les “màximes garanties democràtiques”, no seria lògic dur-la a terme sense que aquesta nitidesa democràtica no resultés incontestable. I la dimissió d’un dels membres de la Comissió que hauria d’encarregar-se d’aquest control democràtic palesa, com a mínim, que les coses no són clares, I aixó ja és força greu.

A més, denuncia atinadament el dimissionari la “falta de neutralitat” dels convocants de la Consulta, com va evidenciar-se, per exemple, en la trobada amb el president Mas d’alcaldes de tot Catalunya en recolzament a la consulta, però cridant al mateix temps “independència, independència!”. O sia, que enlloc de consultar al poble el que es vol, es busca que aquest voti independència, que és el que volen els que clamen pel “dret a decidir”; un “dret” que, en aquest contexte,  es converteix en quasi una obligació a dir “sí” al que defensen els convocants, el seu “dret a decidir”. De democràtic això, al entendre de  qualsevol ciutadà, no en té massa,

Consultar degudament a la població és una practica saludable i que es practica en tots els països civilitzats. Per què no aquí? Si és sobre la forma de governar-se, sobre les relacions amb altres pobles o sobre el seu propi destí -com ara es diu- resulta més que necessari, obligat. Però s`ha de “fer bé” com diu i repeteix el senyor Mas, perquè  el que tenim entre mans és delicat  com una “figura de porcel.lana”. D’acord, però qui diu això no pot ser el primer en escardar-la, la “figura de porcel.lana” I sembla molt que ja ho ha fet.

Ës, precisament, el que denuncia amb la seva dimissió el catedràtic Quim Brugué, en negar-se a fer el paperot, a semblar que “avala” el que “en consciencia”, li sembla que no pot avalar. Que feram els demés membres de la Comissió de Control? Optaran per seguir el seu propi criteri, molt respectable, o del partit que el va proposar?

Sigui com sigui, i a part dels seriosos entrebancs, jurídics i polítics, que hi posin les institucions de l’Estat i el mateix Rajoy, donades les gentades al carrer i els crits de tants alcaldes al Palau, sembla que la Consulta “una mica democràtica” sí que ho seria.




sábado, 27 de septiembre de 2014

Gol de Mas al Estado


 

 

 

 

 
                                                                                                                                                                     
El president Artur Mas ha marcado un gol al Estado con la solemne convocatoria, con visos de legalidad, de la Consulta de autodeterminación de Catalunya. Después, el árbitro constitucional podrá anularlo -como todo hace prever-,  pero ya nadie podrá borrar su primer impacto psicológico y político en la sociedad catalana y española.

Pocas horas antes de que el presidente catalán, en su decidido, hábil y temerario desafío al Estado, firmara la convocatoria de la famosa Consulta, su 'padre político', Jordi Pujol ha tenido que sufrir un calvario de acusaciones, en forma de preguntas, de todos los grupos parlamentarios catalanes, incluido el del partido que fundó y llevó al poder durante veintitrés años. La unidad no es tan compacta, como se quiere presentar.

Le tenían ganas, los líderes políticos que intervinieron, al expresidentes Pujol en su comparecencia en el Parlament. La sesión, que comenzó con una especie de historieta familiar de estar por casa, para explicar la procedencia de unos millones no declarados en el extranjero, subió de tono en las preguntas de algunos de los grupos y en la réplica de un Pujol especialmente airado que, como autodefensa, se permitió  reñir a todos, tras declararse inocente de toda corrupción:"yo no he sido un político corrupto".

Las preguntas, que iban al fondo de la cuestión pero formuladas de forma acusatoria e hiriente, a veces parecían más un linchamiento del mítico personaje caído, fundador del nuevo catalanismo y motor de la modernización de la Catalunya autonómica, que de buscar la verdad objetiva por oscura y rocambolesca que esta pueda ser. Al gran mito que iba a figurar en letras de oro en la historia, se le negaba todo reconocimiento y consideración, incluso más matizadamente por los suyos.

Un espectáculo penoso que no ha aportado nada sustancial al esclarecimiento de la cuestión de fondo: el confesado fraude fiscal por muchos millones ocultos durante más de treinta años, su verdadera procedencia y los tejemanejes y  extraños negocios familiares. Más bien, ha evidenciado la amplitud y complejidad del tema, que puede tener muchas complicidades.  Y al no ser  contestadas, como procedía, por el protagonista las preguntas básicas que se le formularon, las sospechas seguirán sin esfumarse.  La mala uva de los interpelantes y la irritación del interpelado fueron muy elocuentes. Hablan por si solas. Alguien deberá, algún día, comerse el marrón.

En todo caso, no solo es sospechoso el rápido y público distanciamiento mostrado por Artur Mas, varias veces conseller en el gobierno de Pujol y su delfín, sino que se explica por la necesidad de salvar de toda sombra de implicación en este turbio asunto, a los líderes del llamado 'proceso' hacia la secesión, que ahora queda oficialmente convocado a bombo y   –ganando por puntos a un Rajoy que se dispone a recurrirlo-,  como el mayor hito en trescientos años de la historia catalana. Nunca se había ido tan lejos.

Fundamenta el president Mas esta decisión -"hábil, astuta y firme", según sus palabras- en lo que estima mayoritarias demandas social y política, en la que proclama legitimidad y legalidad del proceso de esta "transición catalana", en la "oferta de diálogo hasta el último momento" y en la escrupulosidad jurídica de los distintos pasos que se vienen dando "con determinación". En todo esto ha ido por delante de los movimientos del Gobierno Rajoy y de las instituciones estatales. Es lo que le ha permitido marcar este primer gol oficial, que coloca al árbitro estatal en una humillante posición defensiva.

La Ley catalana de consultas y el Decreto de convocatoria a la ciudadanía para el 9N, tienen, sin embargo, su truco cuidadosamente ocultado por la propaganda oficial. Ya no se trata del cacareado "derecho a decidir", sino solo de "opinar", que es muy distinto. Y tampoco se trata de decidir sobre la autodeterminación y secesión, sino de expresar la opinión popular sobre si las respuestas a las dos preguntas formuladas, han de servir de base para que el Govern y el Parlament presenten una iniciativa o propuesta al Estado sobre una nueva forma de relación Catalunya-España, que puede incluir la reforma de la Constitución, por ejemplo. La "astucia", de la que alardea Artur Mas para llegar hasta aquí, también se ha de entender aplicada de cara a la opinión pública catalana, para no defraudarla de las grandes promesas; las cosas se han relativizado mucho, lo cual es una muestra de realismo, y podría favorecer un clima de entendimiento, según reaccionen ahora las instituciones estatales.

Haber marcado un primer gol espectacular al Gobierno central es mucho, pero más allá de escuchar la música del festival o el griterío eufórico de algunas gradas, conviene leer la letra pequeña de lo publicado en el Boletín Oficial. No todo es tan claro, ni triunfal ni inocente, en este día muy singular, que ciertamente quedará bien marcado en la historia.

 

 

Pujol, linchamiento y sin respuestas


 

 

 

A pocas horas de que, este sábado, el president Artur Mas, en su temerario desafío al Estado, firme la convocatoria de la famosa Consulta sobre la autodeterminación de Catalunya, su 'padre político', Jordi Pujol ha tenido que sufrir un calvario de acusaciones, en forma de preguntas, de todos los grupos parlamentarios catalanes, incluido el del partido que fundó y llevó al poder durante veintitrés años.

Le tenían ganas, los líderes políticos que intervinieron, al expresidentes Pujol en su comparecencia en el Parlament. La sesión, que comenzó con una especie de historieta familiar de estar por casa, para explicar la procedencia de unos millones no declarados en el extranjero, subió de tono en las preguntas de todos los grupos y en la réplica de un Pujol especialmente airado que, como autodefensa, se permitió  reñir a todos, tras declararse inocente de toda corrupción.

Las preguntas, que iban al fondo de la cuestión pero formuladas de forma acusatoria e hiriente, a veces parecían más un linchamiento del mítico personaje caído, fundador del nuevo catalanismo y pieza clave de la modernización de Catalunya, que de buscar la verdad objetiva por oscura y rocambolesca que esta pueda ser. Al gran mito que iba a figurar en letras de oro en la historia, se le negaba todo reconocimiento y consideración, incluso por los suyos.

Un espectáculo penoso que no ha aportado nada sustancial al esclarecimiento de la cuestión de fondo: el confesado fraude fiscal por muchos millones ocultos durante más de treinta años, su procedencia real y los tejemanejes y  extraños negocios familiares. Más bien, ha evidenciado la amplitud y complejidad del tema. Y al no ser  contestadas, como procedía, por el protagonista las preguntas básicas que se le formularon, las sospechas seguirán sin esfumarse.  La mala uva de los interpelantes y la irritación del interpelado fueron muy elocuentes. Hablan por si solas. Alguien deberá, algún DIA, comerse el marrón.

En todo caso, no solo es sospechoso el rápido y publico distanciamiento mostrado por Artur Mas, varias veces conseller en el gobierno de Pujol y su delfín, sino que se explica por la necesidad de salvar de toda sombra de implicación en este turbio asunto, a los líderes del llamado 'proceso' hacia la secesión, que ahora queda oficialmente convocado a bombo y platillos –ganando por puntos a un Rajoy que se dispone a recurrirlo-  como el mayor hito en trescientos años de la historia catalana.

 

 

 

 

 

domingo, 7 de septiembre de 2014

Presidents que enganyen


 

 

És trist que un país tingui presidents que enganyen als ciutadans. Un, ocultant de forma irregular a paradisos fiscals una fortuna, de procedència no clara; i l'altre, actuant de manera deslleial al seu càrrec i fen promeses a la gent amb frau de llei.

Personatges, com Jordi Pujol i Artur Mas, que podien haver estat grans presidents i tingut un lloc d'honor a la historia del país, s'han desacreditat, per error o falta d'honestedat, portant al país, que tant han proclamat servir i estimar, a una situació de crispació, de divisió  i de desprestigi, que perjudica a tots i no beneficia a ningú que no sigui del clan dels il·luminats o interessats.

Quan Pujol diu que anirà voluntàriament al Parlament a declarar, ja que té "més coses a dir", però que serà  a partir del dia 22 i no abans "per no interferir en la Diada y en el debat de política general", queda clar que el "cas Pujol" no és un assumpte estrictament personal i familiar, com emfàticament assegurava el president Mas, sinó que va molt més enllà, afectant a la governació del país, al moviment sobiranista  i a la mateixa imatge de Catalunya, que erròniament tant s'ha volgut identificar amb aquests personatges, sobretot amb el mite Pujol, del que ara tants intenten desmarcar-se, miserablement, per salvar la cadira o la cartera.

I quan Artur Mas, que es proclama "fill polític" de Pujol (que és qui el va nomenar), per la seva banda, amb contradiccions, deslleialtats,  maniobres de distracció, mitges paraules i radicalitzacions verbals, condueix al país a un doble enfrontament i greu divisió: interna catalana, i externa amb la resta de l'Estat, no solament enganya a la ciutadania, sinó que, segurament, cava la seva pròpia tomba política. Les seves promeses seran vanes o desastroses.

Quina llàstima! Dos possibles grans presidents catalans malaguanyats. I amb el seu desprestigi arrosseguen, inevitablement, el bon nom de Catalunya i els mateixos legítims moviments polítics i cívics, siguin majoritaris o minoritaris, però que en tot cas tenen dret a tenir la seva pròpia veu, a expressar la seva opinió i els seus desitjos dintre del marc legal democràtic al que Catalunya tant decisivament va contribuir a construir i referendar lliurement i màssicament, després de lluitar contra la dictadura.

 ¿Qui pot fer cas ara, seriosament, a presidents predicadors d'ètica i valors, o venedors d'il.lusions irrealitzables, al menys en pau i a curt termini, si d'entrada ens enganyen  amb diners ocults, que no paguen impostos ni se sap d'on venen, o creant crispació i desengany, en lloc de donar exemple i de governar amb eficàcia i seny per a tots? Els possibles enganys i malifetes d'altres presidents o líders  de fora, no poden justificar els propis enganys.

Aquests fan mal a l'anima de cadascú i del país. Ja son veus cridant en el desert, o pitjor...

lunes, 18 de agosto de 2014

'Caso Pujol', un misterio que huele muy mal


-      Entrevista a Wifredo Espina

 

-     'Caso Pujol', un misterio que huele muy mal

 

-     No habrá consulta, como quiere Mas

 

-     Entrevista del director de Diario de Tarragona, Josep Ramon Correal, al periodista decano en activo español, Wifredo Espina, sobre el 'caso Pujol', la Consulta catalana y el Periodismo

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-     JR.Correal: -Su olfato periodístico qué le dice:¿Habrá consulta el 9-N?

 

-     Wifredo Espina: -De la forma como se pretende hacer, no la habrá. Si se quieren organizar simulacros de consulta, sin validez, nadie podrà impedirlo; ya se hicieron, pero no sirvieron de nada. Seguramente, el president Mas -si aun lo és- firmarà la convocaroria, para que no se diga que se ha rajado, pero sabiendo que hace el ridículo, porque ni jurídica ni políticamente lo puede hacer. Siendo el representante legal del Estado en Catalunya y habiendo jurado o prometido en su toma de posesión 'cumplir y hacer cumplir la Constitución', cometeria una grave ilegalidad, prevaricación. Además, ha dicho que no haria nada ilegal. Para ello, para desafiar las leyes, antes deberia dimitir de los poderes que estas leyes le han dado, y ponerse al frente de un movimiento cívico legítimo pero contrario a la ley. És previsible, incluso, que el 'choque de trenes' sea con Junqueras, ya que éste va a piñón fijo, y Mas no querrá estrellarse ni perder la presidencia.

 

 

-     ¿Què salida le queda a Artur Mas?

 

-     Dimitir, convocar elecciones o aplicar su (negado) 'plan B'. Quizás, este último sería la menos trumática salida, para él y para el pais. Se trataria de aplazar -o simularlo-  la consulta para el final de su legislatura en 2016, intentando que las elecciones fueran o parecieran plebiscitarias en torno al derecho de autodeterminación. Artur Mas, así, no renegaria de la consulta y podria seguir gobernando e intentar recuperar confiança y votos durante este tiempo. Posiblemente, el Gobierno central veria con buenos ojos esta jugada, ya que, por una parte, no puede permitir la consulta y, por otra, la caida de Mas en unas elecciones anticipades, con un Junqueras ganador, la situación se agravaria considerablement. Seguramente, también seria bien visto por los sectores moderados cívicos, políticos y económicos- ya que estabilizaría, de momento, la situación y dentro de dos años la correlación de fuerzas políticas en España puede ser distinta, permitiendo nuevos planteamientos a la reivindicación soberanista.

 

 

-     El 'caso Pujol', ¿tumba el proceso soberanista?

 

-     El soberanismo no se lo 'tumba' ni con el 'caso Pujol' ni sin este 'caso'. De alguna forma ha existido siempre  Seguirà y quizás vaya en aumento, según se jueguen las cartas aquí y en Madrid. Últimamente, se le ha dado mucho aliento desde el centralismo español y desde las propias intituciones gubernamentales catalanas. Otra cosa distinta es el llamado 'proceso', que ha recibido un duro golpe en la credidibilidad de sus líderes, aunque Jordi Pujol no ha sido un ferviente independentista.   A muchísima gente le ha caido la venda de los ojos, no todo era buena fe ni limpio. Como ha manifestado Rigol, esto hace mucho daño al 'proceso'. Dependerá de como vaya derivando en relación al 'mito Pujol' y de si sus ramificaciones se extienden, pudiendo llegar a salpicar al propio Artur Mas, ya que se dice que, de alguna manera, conocia el tema, lo cual sería fatal. No solo el soberanismo, sino incluso el catalanismo moderado, perdería prestigio aquí y fuera. Los poco amigos de Catalunya, sin duda, lo aprovecharian a fondo. Y ya lo hacen antes de aclararse este obscuo, escandaloso  y sucio 'affaire'.

 

 

-     Usted conoce bien al ex Honorable. ¿Cómo se explica que cometiera un error de tanta magnitud?

 

-     Para mi es un misterio, que huele a putrefacto. He valorado y valoro muchas cualidades de Jordi Pujol. Como su inteligencia, cultura, sagacidad, capacidad de comunicación... Lo último que podia esperar de él es un afan de enriquecimiento personal o familiar, cayendo en procedimientos ilícitos. Su ánsia de poder es conocida, y para satisfacerla no tiene muchos miramientos. Los casos Banca Catalana, Banco Industrial, Correo Catalán y Destino, que se hundieron en sus manos, son ilustrativos.  Creía que para hacer política -que al principio llamaba 'hacer pais'- es necesario tener poder económico y mediático y se dedicó a ello, por lo visto no siempre de forma clara y honesta. Y este poder económico y mediático lo ponía al servicio de su personal ambición y de su idea de Catalunya, de la que siempre discrepé, pública y privadamente. Tiene una concepción demasido romántica, cerrada y excluyente. Esto no fue obstáculo para un mútuo respeto y un diálogo que yo creía sincero. Ciertas confesiones sobre temas delicados me lo hacían pensar así. Todo lo ponia a su servicio y de su plan político. Es muy autoritario e intervencionista y tiene una alta consideración de si mismo y de su autoridad. Cuando salia de su despacho para coger el coche oficial, sonaban todas las sirenas del Palau para que toda la guardia le rindiera pleitesia y los chóferes estuvieran a punto: !salia el virrei!. Fue un error, cuando el "caso Banca Catalan" querer identificar Pujol con Catalunya, con una manifestación a favor de Pujol como símbolo de Catalunya. Una comisión de los organizadores vinieron a verme en El Correo exigiéndome poner en la portada que habia medio millon de manifestantes. Como director en funciones me negué, alegando que los datos oficiales y periodisticos decían que mucho menos; puse las distintas cifras, pero no  en el título. Me la jugaba, claro.

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-     ¿Pujol pasará a la historia como un miserable?

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-     Alguien ha dicho que 'un mal morir' no deshonra toda una vida. En este caso, las informaciones parecen indicar que el pecado, confesado en parte y que ahora está dispuesto a expiar, ha durado muchísimos años. Como en una doble vida. Esto deberá aclararlo y valorarlo la Justicia, no las impresiones ni las informaciones parciales periodisticas o policiales. No será fàcil, dada la complejidad del tema, las múltiples complicidades, sus ramificaciones internacionales y su evidente e inevitable politización. Muchos han tenido una enorme prisa en denigrarle, en despojarle de todos sus honores y privilegios, en tomar distancias de él, seguramente para tapar o hacerse perdonar su complicidad. Ya no quieren ser considerados del clan, de la 'trama'. La propia confesión pública de Pujol sobre la fechoria ha dado pié a esta reacción de enemigos, adversarios y amigos, e incluso de quienes lo consideran su 'padre político' pero que ahora no quieren que les estorbe su propia carrera política. Desde luego, las páginas positivas de su biografía se veran sepultadas por las más miserables. Esto es, seguramente ya desde ahora, su principal preocupación; no pasar a la historia como el gran lider y padre de su país, Catalunya.

 

-     ¿Es creíble la versión de que se ha autoinculpado para salvar a los hijos?

 

-     Este misterio del 'caso Pujol' está envuelto de muchos misterios. Y el aspecto familiar –de padre y de esposo- puede ser uno de ellos. Sospechosamente, la família no ha sido precisamente muy diligente en defenderle, al menos hasta ahora. ¿Autoinculparse por unos hijos que no parecen muy agradecidos? Un posible arrebato suyo no es descartable, pero ¿de qué serviría ante la Justicia? Hay que ver el testamento de su padre, la cuantía de que se habla y la real, y el origen de esta fortuna. Un hipotético acto de inmolación expiatoria –propia y para otros- no resolveria nada. Quizás, para ganar tiempo y embrollar más el proceso judicial. El mismo ex honorable acaba de declarar que 'quizás soy más burro de lo que la gente creia'. Palabras también misteriosas en boca de un personaje tan astuto y bregado en los vericuetos de la política y la politiqueria.

 

-     Usted no ve claro que la independencia sea una buena opción para Catalunya....

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-     Es una opción legítima. No la veo ni buena ni mala, en si misma. Creo que nadie serio y desapasionado lo sabe. Depende, principalmente, de cómo se llega a ella, de la legalidad o no del proceso y de los vínculos de todo tipo que puedan romperse entre gente que lleva siglos conviviendo. Como dice Iceta: 'sobre los sentimientos no se debate'. Y menos aun, se juega o manipula, como se está haciendo para rédito político y ambición de poder. El federalismo o un autonomismo más claro y blindado, parecen más viables. La independencia puede ser buena o mala, depende de como se use, pero en estas circunstancias quizás no sea la opción mejor, por muy romántica y feliz que se la pinte.

 

-     ¿Que teme más, la independencia o los independentistas?

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-     Sin duda los independentistas radicales, no todos claro. La independencia, por cauces normales, no es temible, por ningún motivo. Solo lo es si con ella se pretende desviar la atención de los ciudadanos de sus problemas, si se quiere tapar con su 'ilusión' un mal gobierno, o si ha de servir para crear un feudo de un clan privilegiado o corrupto, sin otro control que los del clan. El famoso 'oasis catalán'  ha sido un engaño para innocentes. Han salido ya muchas pruebas de ello.

 

 

-     ¿Cuál es la mejor opción para el futuro de Catalunya?

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-     Seguramente, el federalismo clásico moderno, o un autonomismo bien definido y debidamente blindado, como he apuntado antes. Son, además, las opciones que encontrarian mejor acomodo en la vigente Constitución, que ya distingue entre regiones y nacionalidades, y por tanto las más viables, sin tensiones ni desafios de matón de barrio. Ha sido un gravísimo error de los gobiernos centrales, no haber sido fieles a lo establecido en esta Carta Magna, la mejor que ha tenido el país.

 

-     Hablemos de periodismo. ¿Qué futuro le augura al oficio?

 

- Si hablamos de 'oficio' empezamos mal. Todos los oficios son dignos, pero las profesiones obligan a algo más: profunda vocación y libertad moral. Periodismo, para mi, es una profesión, como la de médico o abogado. Como tal, tiene futuro si no se prostituye y si cumple su función de servicio público: informar verazmente, sin hipotecas, con libertad y honestidad, y contextualizando la información para que pueda ser entendida y valorada por el lector, oyente o televidente. Los gabinetes de prensa y muchos de los programas de radio y televisión no tienen nada que ver con el periodismo; son otra cosa.

 

-     Cualquier tiempo periodístico pasado fue mejor?

 

-     Evidentemente, no. Pero ahora se hace un periodismo demasiado partidista, poco responsable o frívolo, con grandes y ejemplares  excepciones. Durante la Transisción se hizo un buen periodismo; el Estado intervenía poco y las empresas aun no se atrevían demasiado. Y los profesionales se sentian llamados a la gran tarea de recuperar la libertad y la democrácia, no a la lucha de trincheras políticas.

 

-      ¿El auténtico periodismo ha muerto a manos de la tecnologia?

 

- La tecnologia es una ayuda, no una limitación. Abre posibilidades, no las destruye, si el profesional sabe servirse de ella y no someterse a la misma.

 

-     El periodismo del futuro, ¿lo harán las máquinas?

 

-     Las máquinas no hacen el hombre, es el hombre el que hace las máquinas. El periodismo es cosa de hombres...

 

 

(Diario de Tarragona. 12.8.14)