Comentarios y Análisis de Política

martes, 27 de mayo de 2014

Mas pierde el liderazgo

Artur Mas es el presidente, pero ya no es el líder. El nuevo líder es Oriol Junqueras, con quien se abrazó para salvar su presidencia, pero haciendo un mal negocio. El abrazo del oso. Al final, se lo comerá vivo.

Cada vez que Mas ha pedido a la ciudadanía una apoyo ‘excepcional’, en pla “plebiscitario”, ha salido malparado. Él y su partido. A los ‘salvadores de patrias’ la gente les teme. Si cambian de rumbo, más.Y si van de prepotentes, más aún. Su mesiánica foto electoral a los cuatro vientos en los comicios del 2012 , la está pagando cara. Y su peripecia, oportunista y mal calculada, de ponerse delante de la gran manifestación popular –que no era la suya-, también; le restó credibilidad.

Mas no juega en su campo, sino en el de Junqueras; CiU tampoco, sino en el de ERC. Junqueras le utiliza para dar la cara, para que “se coma todos los marrores” (como ha reconocido) y se desgaste. Y para que -no muy lícitamente- ponga las instituciones, y todos sus poderosos medios, de la Generalitat a favor de la causa secesionista, legítima pero que nunca fue la de Mas, ni de CíU, ni del Catalanismo.

Y desde este doble frente activo y poderoso -que suma el poder institucional a la convicción militante- se intenta cambiar el xip y se secuestra, con métodos autoritarios, la plural sociedad catalana, -que si no fuera por la alta abstención-, parece se va convirtiendo en comparsa.

No juegan Mas ni CiU  en su terreno social propio, que no es de izquierdas ni del nacionalismo radical. Jugando en campo distinto o contrario, se explica que pierdan el liderazgo. Están sembrando para el rival o el vecino, pero seguramente cavando su tumba. Objetivamente, son razones para su reflexión y cambio de rumbo y estrategia. Excepto que quieran inmolarse por afianzar el llamado “proceso”, que ni está claro, ni es homogéneo, ni se sabe como acabará.

De momento, está marcado por una fuerte tensión social, por una alta abstención en las urnas, y un cambio de liderazgo. El soberanismo -no unitario y con acentos diversos- gana terreno, pero Artur Mas pierde el liderazgo y lleva a su partido hacia el barranco. Y Oriol Junqueras, nuevo líder, entronizado en el altar de un Dios desconocido...





sábado, 24 de mayo de 2014

Qué se vota



La verborrea partidista ha ocultado el sentido del voto. En unas elecciones europeas muy importantes casi se ha echado a Europa a las tinieblas del olvido. Los intereses domésticos han ofuscado el objetivo de la campaña electoral, arrojando los verdaderamente europeos -los que nos son comunes-  en el trastero de lo secundario.

Europa, especialmente en nuestro país, ha sido la palabra bonita para adornar la oratoria política. La excusa para dirimir nuestras diferencias internas y el ring para la pelea y los golpes bajos. Se ha pedido el voto más para reforzar el  poder de los partidos de cara a dentro que para que jueguen un papel fuerte fuera, que es donde se dirimen los grandes intereses globales y, por tanto, también los nuestros. 

Lucha entre la derecha, que suele saber más de crear riqueza a costa de sacrificios de la gente, y la izquierda que, cuando ya se ha creado la riqueza, sabe más de repartirla y también de despilfarrarla. Una y otra, sin embargo, compiten en el escandaloso arte de la corrupción.

Y lucha entre un centralismo utilitario, gélido ante los legítimos sentimientos patrios y fácil servidor de grandes intereses ocultos, y un localismo cálido pero dispersador de sinergias, y tampoco exento de intereses más tribales, como está comprobado.

Deberíamos votar  pensando en una Europa común, fuerte y democrática, pero en cambio los votos, en la práctica, servirán para reforzar  al partido conservador del Gobierno o al partido socialista que en un futuro desea gobernar.

Y en Catalunya, servirán para dar alas al proceso independentista, que lidera el President, o para debilitarlo. En definitiva, para cuestiones internas con escasa incidencia europea.

Es, ante todo, una votación en clave interna, especialmente en Catalunya.

domingo, 4 de mayo de 2014

Wifredo Espina, "el periodista més veterà de l’Estat en actiu"


Ramon Pedros, Director d'"El Mati Independent"

Wifredo Espina va titular un llibre -el darrer de les seves recopil·lacions d’articles periodístics- “Globus punxats”.  Espina, que va ser director adjunt d’aquell cèlebre Correo Catalán que va desaparèixer sobre els anys setanta, s’ha convertit en el periodista més veterà de l’Estat en actiu. La seva edat i la seva trajectòria li han permès veure i viure, amb resignació i estoicisme, molts ‘globus punxats’. Però no ha perdut la il·lusió ni la perseverància professional i es manté al peu del seu ordinador. Tot un exemple. Avui ens trobem un globus punxat a cada cantonada d’un informatiu o de la vida. La desil·lusió o la frustració és gairebé una amenaça quotidiana. I no en falten motius, encara que alguns siguin anecdòtics: des dels que han rebut amb desancís les declaracions del mític cantautor Raimon, pare del ‘Diguem No’ i ‘Al vent’ i d’aquella històrica nova cançó catalana, dient que ell no és independentista, fins els qui temen la designació d’Antonio Cañizares,  defensor de la unitat de la nació espanyola com a “bé moral”, com a successor de Martínez Sistach al capdavant de l’arquebisbat de Barcelona. Cada dia se’ns punxa o ens punxen un globus.  Carai, i parlant de frustracions, el Barça no ha parat aquest final de temporada de punxar-nos les il·lusions esportives. El nou gerro d’aigua freda d’ahir, empatant en temps de descompte contra el Getafe, va fer vessar el got de la desesperació culé. A Can Barça s’hauran de punxar molts globus, com diu Xavi Hernández, per fer ‘borrón y cuenta nueva’. En un altre sentit, molta més indignació ha provocat l’anunci de la firma catalana de moda Desigual, que ha volgut celebrar el Dia de la Mare punxant preservatius. La noia de l’espot vol quedar-se embarassada per demostrar que un vestit li queda bé fins i tot amb panxa. Els missatges publicitaris s’atreveixen amb tot. En aquest cas, la firma defensa que ha volgut posar en relleu la capacitat decissòria de la dona. Però l’argument, no sé si més enganyós que  manipulador, no els ha servit de res. Les dones, en general, han titllat la campanya ‘d’irresponsable, frívola i ofensiva”. I no li falta raó a Joan Fibla, de l’Associació Antisida de LLeida, quan diu que dos segons d’aquest anunci han torpedinat anys de treball per promoure l’ús del preservatiu per evitar embarassos no planificats o malalties de transmissió sexual.

viernes, 2 de mayo de 2014

El mal negocio de Artur Mas


  
Si las encuestas se confirman, Artur Mas habrá hecho un mal negocio político. Para el mismo personalmente, para su figura de presidente, para su partido y para todo el país (Catalunya y España).

En algunas ocasiones ha apuntado que ha habido momentos en que, si bien muy fugazmente, había pensado en dimitir. Se ha afirmado que  cuando tuvo su descalabro en las elecciones adelantadas del 2012, llegó a presentar la dimisión. No hay más confirmación de todo esto, pero entra dentro de lo verosímil. Político de raza, no se le puede pedir  que sea inmune a las grandes dificultades y críticas a las que se enfrenta; muchas de ellas gracias a sus errores.

Como presidente de la Generalitat, su labor no tiene nada de comparable a la gran tarea llevada a cabo por Jordi Pujol, que supo combinar bien las dos virtudes que acostumbran a caracterizar a los grandes gobernantes: idealismo y realismo.

Se ha perdido, seguramente, a un posible buen presidente, que actualizara y abriera nuevas y más ambiciosas perspectivas de mejoras económicas, sociales y de reconocimiento de la identidad catalana, para convertirse en un  discutible y discutido líder de una utopía casi imposible: la independencia. Es legítima, pero por ahora choca con el marco legal básico de todo el Estado, refrendado por una enorme mayoría de ciudadanos, especialmente catalanes.

Las encuestas, por otra parte, siguen dando malos resultados para la formación política, CiU, que preside Artur Mas, con fuerte contestación interna y perdiendo terreno en favor de otras fuerzas políticas. ERC, de Junqueras, con quien equivocadamente pactó, le está restando posibles votantes, y la está desgastando al no haberse comprometido en las difícil acción de gobierno, lo cual evidencia más su estrategia y oportunismo partidistas que su sentido de responsabilidad gubernamental para el bien común..
De esto también, algún día, ERC deberá dar cuenta a toda la ciudadanía.

Pero Mas también habrá hecho un mal negocio político para Catalunya, en la que ha alentado una tensión y crispación sociales incesarías y perjudiciales, que seguramente no llevarán a ninguna parte o quizás  a una profunda decepción. Y lo peor, a una división de la sociedad catalana, que es plural y diversa, sin llegar a tener por ahora  (lo confirman las encuestas) la masa crítica necesaria para  una operación, tan rupturita y de consecuencias tan inciertas, como la que se plantea Mas, dimitiendo de su calidad de presidente de todos los catalanes, cualquiera que sea su ideología.

Además, y especialmente en este momento de gravísima crisis económica y social, el planteamiento al que obcecadamente y espoleado por algunos sectores importantes, se ha lanzado el presidente Mas, rebelándose contra el propio Estado, al que representa y a cuya lealtad se comprometió al aceptar solemnemente su cargo, está perjudicando la incipiente recuperación económica general española, con sus inevitables consecuencias para la catalana.

Este múltiple mal negocio político de Artur Mas, hábilmente vendido a la opinión pública desde las propias instancias y con recusos  gubernamentales, y las  colaboraciones  mediáticas afines o subvencionadas, no beneficia a Catalunya. Esto, por legítimo que sea o parezca, no es “hacer País”, el lema preferido de Jordi Pujol. Todo esto, distinto del ideal catalanista, es otra cosa. Quizás, la ruina.

Esperemos que no...para todos.